¿Sientes dolor en la mandíbula? Podrías padecer TTM
Ubicada detrás de la mejilla y cerca de la oreja, la articulación temporomandibular (ATM) conecta la mandíbula con el cráneo y es una de las que más trabaja en el cuerpo, ya que es la responsable del habla, la deglución y masticación. Y es precisamente por el exceso de trabajo (ya que comemos y hablamos varias veces al día) que a veces falla, provocando uno de los trastornos de la ATM (TTM).
El TTM, que por lo general, afecta a personas entre 20 y 50 años, y se caracteriza por un dolor en la región que empieza de manera discreta, pero que con el paso del tiempo, sin que se trate, empeora. Además, viene acompañada de dolores de cabeza, presión detrás de los ojos e incluso, en los casos más graves, trabas al abrir y cerras la boca.
"Al igual que cualquier otra articulación, el ATM tiene un disco articular que a veces sale del lugar, causando dolor y trabando la boca en los casos más graves", dice Alesandro Silva, cirujano bucal y director de la clínica Interclin.
En la mayoría de los casos, el TTM mejora naturalmente con tratamientos sencillos, como compresas calientes, antiinflamatorios, reposo y masajes. Aproximadamente un 10% de las personas que lo padecen necesitan ser operados. "La cirugía está indicada sólo para los casos en que falló el tratamiento más conservador. Yo diría que esto ocurre con tan sólo un 10-25% de los casos ", dice Silva.
Causa y tratamiento
Aunque el TTM no tiene una causa única y específica, hay algunas situaciones que pueden conducir al desgaste o a lesiones en esta articulación, como malformaciones, la tensión muscular y la degeneración del disco articular. "Entre las causas musculares, podemos citar el bruxismo, que es el apretar o rechinar los dientes por la noche, y los problemas psicosomáticos, como dificultad para dormir y un alto nivel de estrés", dice el experto.
Cirujano-dentistas, psicólogos, fisioterapeutas y reumatólogos son algunos de los profesionales que pueden ayudar a corregir este trastorno. Para los casos quirúrgicos, la artroscopia, un tratamiento ya muy usado para tratar de las rodillas, es una opción innovadora. Para esta microcirugía, en la que se utiliza una cámara para investigar dónde está el problema, es necesario solo un día de internación.
