¿Te arde la boca? Puedes estar sufriendo de un síndrome raro
Molesto y dolorido: las personas que padecen el síndrome de la boca ardiente reclaman de una sensación de “quemazón” que compromete la lengua, ubicándose comúnmente en la punta y los bordes, pudiendo llegar también a los labios, el paladar e incluso a la garganta y el suelo de la boca. Afecta con mayor frecuencia a las mujeres en el periodo de menopausia, y la frecuencia en la población general oscila desde un 0,7% a un 4,5%.
Lo paradójico de esta enfermedad es que aunque los pacientes diagnosticados se quejan de una sensación persistente de quemazón, en la cavidad bucal no se percibe visualmente ningún indicio de anormalidad en la mucosa, ni nada fuera de lo habitual en las pruebas analíticas.
Entre los motivos que conllevan a esta molestia se encuentran la carencia de hierro, ácido fólico y vitamina B , sumado al hábito de empuje lingual sobre los dientes, los traumatismos dentarios, la presencia de sarro, las superficies de prótesis ásperas o con bordes agresivos, las reacciones alérgicas a materiales dentales (cobalto, mercurio, níquel, acrílicos), los irritantes químicos como lápices labiales, pastas dentífricas, ácido nicotínico y uso prolongado de colutorios.
Además, los pacientes que la padecen presentan un gran componente emocional, stress psicológico y tendencia a la neurosis. Son muy frecuentes los cuadros clínicos de ansiedad y depresión asociados a los trastornos psiquiátricos familiares.
Debido a la característica multifactorial de esta enfermedad, aún no hay tratamiento específico establecido que produzca un efecto benéfico comprobado. El tratamiento de este síndrome está orientado hacia la sintomatología y es similar al tratamiento clínico de otras neuropatías dolorosas.