Cinco tips para mejorar aún más la rutina de higiene bucal
4 jan2018 - 16h51
(atualizado em 9/1/2018 às 11h03)
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Estudios realizados a lo largo de los últimos años han demostrado que pocas personas tienen una rutina aceptable de limpieza de los dientes, y más de la mitad no sabe exactamente cuál es la mejor forma de cuidar de las piezas dentales.
Los cuidados con la boca nunca son demasiados, y por esto te pasamos algunas tips para lucir una sonrisa cada vez más blanca y saludable:
- Para el cepillado dental debemos cepillar todas las caras de los dientes con movimientos suaves circulares o de barrido abarcando tanto los dientes como el tejido gingival, esencial para mantener sana la encía.
- La lengua es donde más tenemos almacenadas bacterias que producen mal aliento, por ello no debemos olvidar cepillarla con movimientos de adentro hacia afuera.
-No forzar las encías con el cepillo. Existe un mito relacionado con las encías: si sangran, no hay problema. Esto es mentira. En el caso de que, al limpiarnos, nuestras encías sangren repetidamente debemos acudir a nuestro dentista para comprobar que no estamos padeciendo ningún problema grave.
- El agua para cepillarse no debe ser ni frío ni caliente. El contraste de temperaturas puede llegar a dañar de forma considerable la salud bucal: tanto el frío como el calor extremo provocan contracción y dilatación en los dientes, produciendo fisuras en la superficie del esmalte y aumentando la sensibilidad de las piezas dentales. Es por eso que debemos lavar nuestros dientes sencillamente con agua tibia.
- No compartir el cepillo de dientes con nadie. Utilizar el cepillo de otra persona es un acto sumamente riesgoso y un clarísimo foco de contagio de infecciones. En caso de estar de vacaciones y, de madrugada, descubrir que no empacamos el cepillo es mejor limitarse a realizar buches que manipular un cepillo ajeno.
Los 10 pasos para garantizar un cepillado perfecto, y así lucir una sonrisa aún más brillante.
Foto: Jupiterimages; / ThinkStock
Paso 1 - Lávate bien las manos y las uñas con agua y jabón. Después debes hacerte un enjuague con agua para eliminar los restos de comida, ya que esta acción reduce la posibilidad de que la comida se pegue entre las cerdas del cepillo.
Foto: hershin / ThinkStock
Paso 2 - Elige bien tu cepillo de dientes. El principal elemento que define la calidad de un cepillo es el grado de suavidad y la cantidad de cerdas. Opta por los suaves con por lo menos cinco mil cerdas. Recuerda cambiar el cepillo cada dos o tres meses.
Foto: Mirko Vuckovic / ThinkStock
Paso 3 - Ajusta tu técnica de cepillado. Haz movimientos vibratorios circulares con una inclinación de 45 grados sobre la superficie de los dientes. La mitad de las cerdas de los cepillos estarán cubriendo la superficie del diente y la otra mitad, las encías. Por lo tanto, es posible alcanzar el surco gingival, una región donde más se acumula la suciedad. Estos pequeños movimientos vibratorios circulares deben realizarse al menos 10 veces en cada lado del diente - el exterior y el interior.
Foto: Jupiterimages / ThinkStock
Paso 4 - Echa la cantidad adecuada de pasta. Recuerda que el gel dentífrico no puede ser abrasivo y se debe utilizar en pequeñas cantidades. Los niños con hasta siete años se deben cepillar los dientes con una pasta no abrasiva y sin flúor .
Foto: Tamas Panczel - Eross / ThinkStock
Paso 5 - El hilo dental no siempre ayuda. La seda es un poderoso aliado para la prevención de las enfermedades orales, sin embargo, algunas regiones entre los dientes son más cóncavas, lo que no garantiza una remoción completa de los restos de comida con el hilo dental. Se recomienda utilizarlo en las regiones entre los dientes donde el contacto es muy apretado.
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Paso 6 - ¿Tiene un cepillo interdental? Solamente los cepillos interdentales alcanzan los espacios irregulares entre los dientes. Inserta la punta del cepillo interdental entre dos dientes en un ángulo hacia las encías. Recuerda hacer esto con cuidado. No hay necesidad de hacer movimientos de ida y vuelta, sólo hay que poner y quitar el cepillo y la limpieza ya está completa.
Foto: oneblink-cj / ThinkStock
Paso 7 - Improvisa cuando no tengas el cepillo de dientes. Para complementar el cepillado durante el día, especialmente cuando estás lejos de un baño, utiliza un cepillo unipenacho que permite remover la acumulación de biofilm oral de las áreas principales, conocidas como los márgenes gingivales. No hay necesidad de enjuagarse la boca o usar pasta de dientes. Este cepillo se puede utilizar en cualquier momento como auxiliar del cepillado normal.
Foto: lofilolo / ThinkStock
Paso 8 - No te olvides de la lengua. Limpiarla también debe formar parte de una higiene bucal perfecta, sobre todo para evitar la halitosis. El mal aliento está vinculado con la presencia de un tipo de placa formada en la lengua. Para evitar este problema, límpiala todos los días. Puedes usar un limpiador lingual de plástico, que elimina la suciedad sin lastimarte la lengua o provocarte ganas de vomitar.
Foto: Wavebreakmedia Ltd / ThinkStock
Paso 9 Cuidado al usar enjuagues bucales. El uso de antisépticos debe ser recomendado por el dentista. Hacerse un buen cepillado, con el uso del hilo dental y limpiadores interdentales y de la lengua son los mejores métodos para prevenir las enfermedades orales.
Foto: Christopher Robbins / ThinkStock
Paso 10 - El cepillo también necesita cuidados. Limpia el cepillo con agua corriente. Dale unos golpecitos en la palma de la mano. También se puede echar unas pocas gotas de antiséptico oral. Recuerda que la cabeza del cepillo merece una atención especial. Antes del próximo cepillado, lava bien tu cepillo y enjuágalo una vez más con agua corriente para eliminar los residuos del desinfectante.
Foto: Kati Molin; / ThinkStock
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