La saliva de la madre, ¿una protección extra para tu hijo?
En la saliva de una madre hay ciertos elementos que ayudan a los recién nacidos a fortalecer su sistema inmunológico, promover su crecimiento y mejorar su desarrollo.
Nuevos estudios publicados en el periódico Pediatrics determinaron que si los padres limpian con su saliva el chupete del bebé cuando se cae al piso, sus hijos son menos propensos a sufrir de alergias que los de padres que no lo hacen.
Además, hasta edad de 2 años, la saliva de la madre en la comida del bebé ayuda a producir anticuerpos y a reconocer bacterias contra las que en el futuro, el niño necesitará enfrentarse. Ayuda sobre todo a que el sistema inmunológico del niño aprenda a luchar contra infecciones y en algunos casos hasta de condiciones como el asma.
No obstante, expertos en odontopediatría advierten que existen otras repercusiones negativas a la hora de colonizar la flora bacteriana de los bebés con las bacterias de la saliva de los padres o cuidadores. Por eso, lo ideal es conversar con un especialista antes de adoptar estos consejos.